Como Encontrar a Jesús en Tu Vida
1.- Abre las Puertas de Tu Corazón.
Hoy en día vivimos una vida llena de complicaciones y obligaciones que no
nos permiten tomar un tiempito para dedicarnos a conversar con Dios. Dios ha pasado a un plano inferior en nuestras vidas. El primer paso para encontrar a Jesús es abrir nuestro corazón y sinceramente pedirle que nos dé la oportunidad de conocerle. En humildad y entrega podemos ir pidiendo a Jesús que revise, y renueve nuestro corazón.
2.- Háblale a Jesús en Oración.
Clámale; Él te escuchará y te enviará muchas bendiciones. Ora pidiéndole que te salve y te perdone por tus faltas, de todo aquello que impide acercarte a Él. Pídele que rompa todas esas cadenas que te atan a este mundo con un estilo de vida que no es propio de Él. Pídele que te de fe, que tú quieres creer en Él y entregarte a Él.
3.- Escucha a Jesús.
Has una pausa espiritual, y en silencio dale a Jesús la oportunidad de que te muestre su amor, su tranquilidad, su paz. En ese silencio Jesús te mostrará cómo debes permanecer en Él, poner tu fe en Él y empezar a cambiar tu estilo de vida. Él te dará valor y te ayudará a cargar tu cruz.
4.- Entrégale tus pecados a Jesús
Una vez que Jesús te da la sabiduría para entender su amor estas en la capacidad de reconocer tus pecados y faltas que van en contra de su voluntad. Él te va limpiando y puliéndote para ser una persona renovada, con una nueva vida y una visión más amplia y con un deseo infinito de vivir para El. Jesús se va convirtiendo en el centro de tu vida y todo gira alrededor de su amor. Ya no estarás jamás solo, eres uno en Cristo. Tendrás un aliado hasta la eternidad.
5.- Darse al Servicio y al Crecimiento
Con Cristo a tu lado, solo resta que tu fe siga creciendo. Pero una fe sin acción es una fe muerta. Hay que ponerse al servicio de Dios para el crecimiento de la asamblea espiritual. Muchos en tu familia, amistades, compañeros de trabajo, y así hay muchísimos que necesitarán de tu guía. Jesús ahora te acompañará para que ejerzas los dones con los que te ha dotado para el servicio de la comunidad. Es una inmensa felicidad el ver los frutos de tu misión florecer y dar luz en medio de la oscuridad.
1.- Abre las Puertas de Tu Corazón.
Hoy en día vivimos una vida llena de complicaciones y obligaciones que no
nos permiten tomar un tiempito para dedicarnos a conversar con Dios. Dios ha pasado a un plano inferior en nuestras vidas. El primer paso para encontrar a Jesús es abrir nuestro corazón y sinceramente pedirle que nos dé la oportunidad de conocerle. En humildad y entrega podemos ir pidiendo a Jesús que revise, y renueve nuestro corazón.
2.- Háblale a Jesús en Oración.
Clámale; Él te escuchará y te enviará muchas bendiciones. Ora pidiéndole que te salve y te perdone por tus faltas, de todo aquello que impide acercarte a Él. Pídele que rompa todas esas cadenas que te atan a este mundo con un estilo de vida que no es propio de Él. Pídele que te de fe, que tú quieres creer en Él y entregarte a Él.
3.- Escucha a Jesús.
Has una pausa espiritual, y en silencio dale a Jesús la oportunidad de que te muestre su amor, su tranquilidad, su paz. En ese silencio Jesús te mostrará cómo debes permanecer en Él, poner tu fe en Él y empezar a cambiar tu estilo de vida. Él te dará valor y te ayudará a cargar tu cruz.
4.- Entrégale tus pecados a Jesús
Una vez que Jesús te da la sabiduría para entender su amor estas en la capacidad de reconocer tus pecados y faltas que van en contra de su voluntad. Él te va limpiando y puliéndote para ser una persona renovada, con una nueva vida y una visión más amplia y con un deseo infinito de vivir para El. Jesús se va convirtiendo en el centro de tu vida y todo gira alrededor de su amor. Ya no estarás jamás solo, eres uno en Cristo. Tendrás un aliado hasta la eternidad.
5.- Darse al Servicio y al Crecimiento
Con Cristo a tu lado, solo resta que tu fe siga creciendo. Pero una fe sin acción es una fe muerta. Hay que ponerse al servicio de Dios para el crecimiento de la asamblea espiritual. Muchos en tu familia, amistades, compañeros de trabajo, y así hay muchísimos que necesitarán de tu guía. Jesús ahora te acompañará para que ejerzas los dones con los que te ha dotado para el servicio de la comunidad. Es una inmensa felicidad el ver los frutos de tu misión florecer y dar luz en medio de la oscuridad.